Ideas y acciones antes impensables se han vuelto comunes. Parece que vivimos en un universo moral diferente del que ocupábamos hace solo unas décadas. El consentimiento y la no coerción parecen ser los últimos vestigios de una moral que quedó atrás hace mucho tiempo. Los principios morales cristianos se descartan ahora con facilidad y se han sustituido por lo que curiosamente se presenta como una moral superior, más generosa, respetuosa e incluso humilde. ¿Cómo hemos llegado a estar tan lejos de donde empezamos? ¿Puede detenerse el declive? Ben Wiker, en este provocador y perspicaz libro, traza la asombrosa historia que explica nuestra actual situación cultural. Wiker encuentra las raíces de nuestro declive moral en la teoría ética y la cosmología atea del antiguo filósofo griego Epicuro. Las enseñanzas cristianas habían entrado en conflicto con esta cosmovisión mucho antes de que alcanzara su punto álgido con el auge y la aceptación del darwinismo. Pero fue el darwinismo, sostiene Wiker, el que proporcionó a esta antigua enseñanza la base aparentemente científica que cautivó a las mentes del siglo XX.