San Agustín de Hipona iluminó de manera casi excluyente a Occidente durante 800 años. Su pensamiento es fundamento de la filosofía cristiana y baluarte de la civilización occidental. Su extensa obra puede ser objeto de una vida de dedicación y estudio. Por ello, el presente trabajo se torna práctico y revelador para una interiorización respecto del pensamiento agustineano. En un tiempo donde todo parece haber perdido fundamento y sentido, en particular las ideas de Bien y Verdad, volver a San Agustín es un ejercicio que contraría la inercia de nuestra época.