Las democracias occidentales se han apartado de sus presupuestos históricos, políticos, espirituales y culturales —aquellos que Daniel Mahoney llama «los fundamentos conservadores del orden liberal»—. En este elocuente y agudo trabajo de filosofía política y crítica cultural, el autor nos ofrece una vigorosa defensa de estos fundamentos, y muestra los peligros de identificar la libertad con un proyecto radical de emancipación social y cultural.