Uno de los testimonios más sinceros, profundos y conmovedores del holocausto judío. Durante los dos años pasados en clandestinidad (refugiada en una oficina del centro de Ámsterdam) Ana Frank escribió su diario de vida, el cual, tras la Segunda Guerra Mundial, fue publicado en más de 50 idiomas, convirtiéndose en un testimonio universal de la barbarie nacional socialista alemana. Ana era una niña judía de trece años, hija de comerciantes alemanes, quienes, huyendo de las primeras persecuciones nazis, creyeron hallar en Holanda la salvación definitiva.